Que en cada niño podamos reconocer el reflejo de la luz y la ternura de Dios.
En cada niño que viene a la familia hay un reflejo del niño de Belén.
Que la ternura de Dios, manifestado en el niño Jesús, ablande tu corazón, te abrace, te cure, te salve.
¡FELIZ NAVIDAD!
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