Envío a la misión |
Anuncio del Evangelio en la Plaza de Malmö (Suecia) |
Ruth, hija de misioneros itinerantes y toda
su vida en misión también ha tenido sus combates.
Como agradecimiento a lo que Dios estaba
haciendo en nuestras vidas pusimos nuestra vida a Su disposición para poder
llevar a otros el amor que Dios tiene al hombre. Así que, en el año 2008, en
una convivencia de familias en Porto San Giorgio – Italia, el Señor nos llamó a
dar nuestra vida en Suecia. Un país que está necesitado del amor de Dios. Mucha
gente no entiende por qué Suecia, un país de “bienestar” social necesita
misioneros… muchos se preguntan: pero ¿los misioneros no eran en África o en
países pobres?…¡Qué pobreza más grande la de este país! Por supuesto no a los
ojos del mundo, sino a los ojos de un cristiano. Una sociedad que camina sin
alma, que ha perdido el norte, un país oscuro, frío y no solamente por el clima
(que la verdad es que también lo es) un país que anhela la luz y que al mismo
tiempo no la quiere, un país que adolece del verdadero Amor, donde la familia
no tiene ningún sentido, donde lo que vale es el individuo, y su bien propio.
Donde la sociedad devora sin contemplación a las personas, inculcando una
mentalidad, una forma de vivir muy pobre.
Precisamente aquí es donde el Señor ha
querido encontrarse con nosotros. Estamos aquí para, primero encontrarnos cada
día con Jesucristo y segundo para mostrar Su Amor a los hombres. El Señor nos
ha regalado muchos hijos que no son fruto de nuestro esfuerzo, sino un don
suyo. Y por supuesto todo esto apoyados por nuestros hermanos, por nuestra
comunidad.
En nuestra Parroquia San Antonius de Olofström con otros hermanos, junto al Obispo de Suecia, Mons. Anders Arborelius, y el párroco F. Boguslaw. |
Ni que decir tiene que no es una misión de
Hilario y Ruth, sino de la iglesia de Córdoba, concretizada en nuestra
comunidad parroquial, la que está detrás de nosotros, la que nos sostiene, la
que nos ayuda.
Podemos
ver como el Señor se vale de lo que no vale, para confundir a los sabios e
inteligentes.
La
verdad es que estamos contentísimos de que el Señor se haya fijado en nosotros,
aunque no sin sufrimientos ni combates.
Rezad por nosotros: Hilario y Ruth, Paula,
Miguel Ángel, Ruth, David, Gabriel, María de Loreto, María del Jordán y Sara (y
el bebe).
Rezamos por vosotros
ResponderEliminarRezamos por vosotros. Mucho ánimo. En breve, estaremos más cerca, en Letonia. Un abrazo!
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