Algunas impresiones y comentarios del encuentro de profesores

Para alegría de muchos y disgusto de algunos el Obispo sigue su visita pastoral por nuestra zona, hasta fines de enero.

El jueves pasado un centenar de profesores se reunieron con Don Demetrio en el Colegio “San José” de los Salesianos. Educadores católicos  de todos los centros, sectores y niveles presentes en el Valle de los Pedroches. Profesores de la Escuela Concertada y de la pública, profesores de Religión Católica y de otras materias.

Algunas impresiones y comentarios del encuentro:

Mi breve experiencia del Encuentro se resume en tres palabras: Recuerdos, dificultades y Evangelización.

Recuerdos, porque siempre que vuelvo al colegio donde cursé mis estudios primarios allá por los años sesenta, vienen a mi memoria compañeros, maestros, sacerdotes, juegos, cine, en el mismo lugar donde se realizó el encuentro del pasado jueves y estos recuerdos me traen la alegría de aquella simplicidad infantil tan natural.

Dificultades; de ellas se habló mucho en las distintas intervenciones de los compañeros para presentar al Sr Obispo la realidad del profesorado que con nuestra vida y con el ejercicio de nuestra profesión pretendemos acercar a nuestros alumnos y alumnas y a sus familias a Jesucristo; luchando para amar, perdonar, acompañar, enseñar y compartir nuestra formación con todos los miembros de nuestras comunidades educativas.

Por último, Evangelización, es la conclusión personal que saqué, sobre todo tras las intervenciones de varios profesores y profesoras en las que había una reflexión sobre la estadística que dice que entre los padres jóvenes aumenta el número de los que no envían a sus hijos e hijas a las clases de Religión Católica y que ya los abuelos tienen menos posibilidad de transmitir la vida de oración, el amor a Jesús, la Virgen María… Todo ello me trajo a la memoria las exhortaciones de San Juan Pablo II, Benedicto XVI y el actual Papa Francisco sobre la necesidad de volver al Anuncio explícito de Jesucristo sobre todo siendo testigos con nuestra vida de la Resurrección de Jesucristo pero también como decía D. Demetrio, citando a S. Pablo llevando este tesoro en vasos de barro para que se vea que esta fuerza nos viene de Dios.

Antonio Escribano Cabrera, Director del Colegio Ginés de Sepúlveda.

Tenemos un tesoro en vasijas de barro. Un don recibido que no es para nosotros mismos sino para compartir con humildad y valentía. Poseemos la verdad sobre el hombre y el camino de su salvación. En los tiempos que vivimos se está destruyendo al hombre bajo apariencia de libertad. Nuestra misión es recuperar al ser humano, devolverle su dignidad y elevarle. Esto sólo lo puede hacer Dios, que ha querido elegirnos como instrumentos y colaboradores. Los educadores debemos ser sembradores de la verdad y compañeros de camino que ayuden a reconstruir al hombre, que eduquen integralmente y respeten la obra de Dios

Ana María Roldán Roldán, delegada Diocesana de enseñanza

Para mí que llevo diez años impartiendo clase de Religión Católica en ESO y Bachiller fue un encuentro alentador. Mi centro escolar de referencia es el instituto de Dos Torres pero también voy algunos días a Pedroche, El Viso y Pozoblanco. Muchos días vengo desanimada porque no puedes avanzar en el temario con una hora semanal, más aun con la poca gana de trabajar que tienen algunos adolescentes y muchas veces la sensación de soledad porque no convives en los centros de enseñanza con compañeros de tu asignatura con los que compartir trabajos, alegrías y desasosiegos, además la Delegación de Educación de Córdoba entorpece y dificulta en muchos casos nuestra labor.
A mí me ayudó la reunión que tuvimos para mirar a Cristo que me llama a ser el medio por el que muchos adolescentes y jóvenes conozcan el Amor tan grande que Dios les tiene, a dejar de pensar en las dificultades y ser portadora de la Buena Nueva y con mi fe ayudar a la próxima generación, que ellos puedan ver a Cristo en su vida y en la Iglesia.

Sofía Cerezo Redondo, Profesora de Religión Católica

A modo de conclusión, síntesis o corolario, lo que nos vino a decir el Obispo es que el éxito en la tarea evangelizadora se obtiene a partir de una coherencia de vida,  al testimonio que provoca la autenticidad cristiana.  
Hablaron de lo difícil que es esta época, del aumento del ateísmo y la plurirreligiosidad, de las zancadillas que ponen algunos agentes sociales al hecho religioso, de la dificultad que encuentra la Iglesia para llegar y convencer a ciertos sectores jóvenes de la población, descreídos de toda trascendencia y seguros de que la religión en nada puede mejorar sus vidas.  Para ellos, para todos nosotros en definitiva, el Obispo tuvo palabras de consuelo y esperanza: "Es la experiencia profunda en Jesucristo la que nos hará salir adelante; recordad, además, que las dificultades no han faltado nunca. Fijaos en Madre Carmen Sallés, en San Juan Bosco, y tantos otros. Tenían una fe inquebrantable, en unos tiempos mucho más convulsos y míseros que los de ahora, pero ahí estuvieron, ejerciendo la misericordia con aquellos a los que nadie quería". 
No faltó la autocrítica, ni las menciones a la relación entre razón y fe, imprescindible para comprender que la necesidad de trascendencia en el ser humano está tan viva como lo ha estado siempre.

Tras la palabra, la convivencia, que es otra forma de palabra pero menos densa.

Antonio Jimeno Márquez, Profesor de Ciencias