El tiempo de verano es también tiempo para la evangelización, es decir, para una experiencia más fuerte de Jesucristo en nuestra vida. Por eso en vacaciones, muchos aprovechan para hacer una experiencia de misión o voluntariado como es el caso de Lucía y Laura, y otros como venimos reflejando en el blog: Alicia que ha partido para Argentina, el campo de trabajo del CAMF y otras experiencias que iremos dejando…
Que nuestras vacaciones sean tiempo de provecho, de descanso, de hacer otras cosas, pero fundamentalmente de llenarnos de Dios. Él está ahí, y quiere ser nuestro descanso, y además es un descanso gratuito. “Nos hiciste, Señor, para Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti”, nos recuerda san Agustín.
En uno de los lugares más humildes e inocentes de Duala, uno de los orfanatos de la ciudad.
Construyendo salones parroquiales
Residencia donde viven los enfermos curados de lepra u otras enfermedades graves. Estas personas viven en una residencia porque que no son aceptados, ni acogidos, por sus familias o su entorno personal.
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