Salió el Sembrador a sembrar su Semilla

Que seáis la buena tierra donde Jesús pueda crecer

La Palabra de Dios es como una semilla, pequeña y débil en apariencia, pero llena de fuerza y de vida. No todos la escuchan y la acogen; pero quienes la reciben con fe, verá y disfrutará de sus frutos abundantes. 
Que tu eres  "tierra superficial, o está llena de zarzas", o que eres "tierra buena, o si sembró al borde del camino” eso que lo vea cada uno…
Lo primero que dice Jesús es: "Salió el Sembrador a sembrar". La gran noticia es, que el Sembrador salió, y que la semilla se está esparciendo por la tierra. La gran noticia, la buena noticia es, que nuestra tierra, es decir, nuestra vida no va a ser estéril. Y no va ser estéril, porque la palabra es eficaz.
Aunque parezca que Dios desperdicia tiempo y amor con nosotros, derrochando generosamente su gracia, aunque parezca que es inútil tratar de ser cristiano…  el Sembrador ha salido a sembrar, y se va a salir con la suya.
Al principio parecía que estaba perdiendo el tiempo, que no pasaría nada importante… porque su semilla, su Palabra, no era bien acogida. Al final de la parábola descubrimos, que no estaba perdiendo su tiempo. 

Todo aquello que Dios sembró en nosotros a lo largo de nuestra vida, dará abundante fruto.
¡Esto es una gran noticia! ¡Esto es una buena noticia!