PARROQUIA SAN SEBASTIÁN DE POZOBLANCO

martes, 12 de mayo de 2015

Desde Tailandia pasando por Camboya



   El día a día de la misión aquí puede parecer un poco difícil de entender desde allí. Estamos comenzando y organizándonos. A parte de las lecciones de tailandés que estoy recibiendo, martes y jueves dos horas, hay muchísimo trabajo con las familias y las chicas que llegaron para la misión. Poco a poco se están instalando. Desde papeleos con el tema del visado, buscar escuelas de thai, casas para las familias, trabajo para los padres de familia, ect… y como somos pocos siempre preparando la celebración de la Palabra y de la Eucaristía. También organizamos cenas con los vecinos y amigos, que sinceramente creo que es cuando más predicamos el Evangelio (como se dice “entre col y col lechuga”). Quedan sorprendidos de las celebraciones y ver a los niños hablando thai (tailandés). El otro día un amigo mío vino a casa cuando estábamos celebrando la eucaristía y vio la mesa blanca con las flores y el atril y se fue. Al día siguiente fuimos a jugar al tenis y me hizo muchísimas preguntas.

   Además, como os podéis imaginar, claro, soy yo el que me lavo mi ropa, me cocino, limpio... que no tengo chacha thai que me lo haga.  Todo el día estoy en movimiento y aunque estoy un poco cansado estoy muy contento.


   A nivel personal, para ser sincero,  veo que esta vida de ponerme al servicio de los demás me ayuda mucho y me siento realizado. Por otra parte yo sé que el Señor me llama a la misión, que es lo mejor que me ha pasado,  pero de momento no sé si Dios me llama como célibe o casado.  No sé lo que pasará más adelante,  a mi me ayuda el vivir el día a día y sinceramente el miedo del futuro se me ha quitado y lo de que estoy perdiendo el tiempo también porque estoy aprendiendo muchísimo. Estoy en manos del Señor.
   A la hora de desplazarme de un lugar a otro, mi moto ha sido la salvación porque aquí no hay buses ni nada. Solo unas camionetas que pasan cuando quieren y a partir de las 19 hs  ya solo están en el centro.
También estoy muy contento, aunque también con un poco de miedo, porque me han contratado para dar clases. Un día antes de viajar a Camboya me llamaron para un colegio y tuve una reunión con la directora y profesores, y me han dado el trabajo.  Daré ciencias, inglés y religión en un colegio privado internacional en el que se dan chino, japonés, francés, inglés y thai. Tengo que dar las clases todo en inglés. El sueldo no será mucho pero será una ayuda para la misión.

   Ahora estoy unos días en Camboya. Estoy impresionado. Estuve en los palafitos donde 1000 familias vietnamitas viven en el rio, después de la guerra de Pol Pot no tienen papeles camboyanos.  Los lunes, martes y miércoles ayudo a las monjas de la Madre Teresa de Calcuta con los niños.
En Camboya

    Samuel Rojas Marín
    Rezad por mí y la misión en Tailandia.

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