Pocos saben envejecer...

   Queremos dedicarle a Antonia Caballero Romero, y con ella a todas las mayores de la parroquia, esta entrada.
   Hoy cumple 101 años ¡¡¡Felicidades!!! Antonia. 
    Aunque no sea la más veterana de la Parroquia, pero si es de las que lleva la mayor parte de su vida al servicio de la Iglesia, acompañando a su hermano sacerdote, Don Juan Caballero. Primero en Cardeña, luego en Aguilar de la Frontera y hace 43 años en nuestra Parroquia. Han pasado 11 Papas desde que nació…

   Dice el Papa Francisco: “la vejez, de forma particular, es un tiempo de gracia, en el que el Señor nos renueva su llamado: nos llama a custodiar y transmitir la fe, nos llama a orar, especialmente a interceder; nos llama a estar cerca de los necesitados.  Un pueblo que no custodia a los abuelos y no los tratan bien no tiene futuro: pierde la memoria, y se desarraiga de sus propias raíces. Pero cuidado: ¡ustedes tienen la responsabilidad de mantener vivas estas raíces en ustedes mismos! Con la oración, la lectura del Evangelio, las obras de misericordia. Así permanecemos como árboles vivos, que aun en la vejez no dejan de dar frutos".

   Efectivamente como dice el salmo 91 “en la vejez seguirá dando fruto y estará lozano y frondoso, para proclamar que el Señor es justo, que en mi Roca no existe la maldad”. Nuestra centenaria reza toda la liturgia de las Horas: el Oficio de lecturas, Laudes, la Hora Intermedia, Vísperas y Completas; a estas alturas ya reza los salmos de memoria…; el rosario y por supuesto es de Misa diaria, haga frio o calor. Y como pertenece a la primera comunidad Neocatecumenal de la parroquia no se pierde ninguna celebración… Además casi todas las tarde sale a visitar algún enfermo o amiga que ya no puede salir de casa. Que cunda el ejemplo...
   Vamos… cumplir 101 años con el estado de salud, física y espiritual, de Antonia lo firmaría cualquiera en su sano juicio. Lúcida, sin dolor alguno, “más sana que una manzana”, con una dieta que consiste en comer un poco de todo sin privarse de nada…
   Una vida sencilla se hace plena cuando encuentra su lugar, su sentido y así ya no tiene  que buscarlo. “¿De qué sirve la vida, hermanos, sino es para darla?”

   Que todos ustedes lleguen a ser centenarios y en la vejez a seguir dando fruto…

El año pasado, celebración de los 100 años