No es mi intención herir sensibilidades... pero en algunas ocasiones el cura se tiene tragar sapos y culebras por no montar un numerito en plena celebración...
Tengamos en cuenta que la liturgia de una Misa funeral nos introduce en el sentido sobrenatural de la vida y de la muerte, nos ayuda a rezar por el difunto, lo mejor que podemos hacer en esos momentos, no es ocasión ni el lugar para hacer un panegírico o despedirse con "sentidas palabras", ni por parte del cura ni por parte de los amigos o familia del difunto. Para eso están los discursos en el cementerio, no en la celebración de la Eucaristía.
Poesías y alabanzas en esos momentos no es de buen gusto y estropea la profundidad y el sentido de la liturgia de una Misa de difuntos. Un funeral es momento de oración, súplica y esperanza en la misericordia de Dios, más que emotivos recuerdos.
Una cosa es que salga un familiar a hacer una breve acción de gracias al Señor y su oración, y otra muy diferente que salgan dos hijos, el nieto y un amigo a cantar las bondades del difunto.
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