PARROQUIA SAN SEBASTIÁN DE POZOBLANCO

miércoles, 8 de mayo de 2019

Rosalía es la voz y San Juan de la Cruz el poeta. "Qué bien sé yo la fuente que mana y corre, aunque es de noche".

 “Aunque es de noche” es, en realidad, el poema “Qué bien sé yo la fonte” de San Juan de la Cruz. 

Se encuentra fray Juan de la Cruz en Toledo. Año 1578. Tiene 36 años. Por su amor a la verdad, su integridad y coherencia, sus antiguos compañeros de Orden lo han metido en la cárcel conventual, un angosto espacio sin apenas luz. Allí pasa horas, días, 9 meses, expuesto a comentarios hirientes y a unas condiciones de higiene y alimentación deplorables. Sorprendentemente, nada de esto acalla la música que le mana sin cesar, nada apaga la luz que lleva dentro, y allí, en la cárcel, tiene lugar uno de los momentos culminantes de su creación poética, allí le brotan a borbotones canciones de amor a Dios.

“Qué bien sé yo la fuente que mana y corre,
aunque es de noche”.

Este es el estribillo, en el que San Juan de la Cruz afirma que conoce con certeza dónde brota la fuente del agua de la vida, de la paz y del amor, aunque no la puede ver, porque es de noche. Es decir, que en medio de la oscuridad de la vida, conoce por fe la fuente que puede saciar su sed más profunda, su deseo de felicidad. En el estribillo se hacen presentes las grandes imágenes del poema: Dios es la «fuente» y fe es la «noche». 

Sigue siendo de noche, porque en la fe sigue habiendo oscuridades, porque bebemos de un agua que mana de no sabemos dónde… pero mantenemos la certeza de que su claridad nunca es oscurecida.

Qué bien sé yo la fuente que mana y corre,
Aunque es de noche.

Aquella eterna fuente está escondida,
Que bien sé yo donde tiene su manida,
Aunque es de noche.

En esta noche oscura de esta vida
Qué bien sé yo por fe la fuente fría,
Aunque es de noche.

Su origen no lo sé, pues no lo tiene,
Más sé que todo origen de ella viene,
Aunque es de noche.

Sé que no puede haber cosa tan bella,
Y que cielos y tierra beben de ella,
Aunque es de noche.

Bien sé que suelo en ella no se halla,
Y que ninguno puede vadearla,
Aunque es de noche.

Su claridad nunca es oscurecida,
Y toda luz de ella es venida,
Aunque es de noche.

Y son tan caudalosas sus corrientes
Que cielos, infiernos riegan y las gentes,
Aunque es de noche.

La corriente que nace de esta fuente
Bien sé que es tan capaz y omnipotente,
Aunque es de noche.

La corriente que de estas dos procede
Sé que ninguna de ellas le precede,
Aunque es de noche.

En esta eterna fuente está escondida
En este vivo pan por darnos vida,
Aunque es de noche.

Aquí se está llamando a las criaturas,
Y de esta agua se hartan, aunque a oscuras
Aunque es de noche.

En esta viva fuente que deseo,
En este pan de vida yo la veo,
Aunque es de noche.

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