El matrimonio es algo tan hermoso, tan importante, que tenemos que cuidarlo, porque es para siempre.
Antonio y Patri, ayer en la Parroquia
Cuarenta y tres años de casados es motivo para dar gracias a Dios. El matrimonio no es un encuentro fortuito, sino una llamada divina, una vocación. Jesús lo dice en el Evangelio: “Lo que Dios unió, no lo separe el hombre” (Mc 10, 9).
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