Las formas de actuar de Dios siempre nos sorprenden.... la realidad es un entramado fino de puntadas de Dios.

José Antonio e Isabel

Ayer, una boda en el contexto de la Eucaristía, nos ayudó a recordar una vez más el amor que Dios nos tiene. Porque la declaración de amor de Jesucristo hacia nosotros, a ti y a mí,  es pronunciada a través de las palabras vivas y concretas con que el hombre y la mujer se declaran su amor conyugal: "Te amo y te amaré siempre". Es lo que Dios nos ha dicho en su Hijo Jesucristo. Y es que el amor de Dios es un amor de donación, de entrega total, quiere hacerse una sola carne con nosotros.

Parte de la monición ambiental de la boda, hecha por la novia:

"...Después de seis años de matrimonio civil, nos casamos por la Iglesia, y lo hacemos por amor, y porque queremos y deseamos que el sacramento del matrimonio, la gracia y la bendición de Dios, haga nuestro amor más fuerte. Y que en medio de los problemas y dificultades propios de la vida y del matrimonio, nuestra unión se fortalezca con la ayuda del Señor.

Doy gracias a Dios, por la vida y por haber conocido a este hombre. José Antonio tu vida es un regalo para mí y también yo te entrego la mía, para siempre. A estas alturas no puedo imaginar mi vida sin ti.

Le doy gracias a Dios  por este gran regalo que me ha hecho y le pido que yo lo pueda disfrutar todos los días. Que el Señor nos ayude a querernos cada vez más a pesar de nuestras debilidades e imperfecciones..."

Un hermoso regalo que nos hizo el Señor en la celebración de la Eucaristía. Un regalo Pascual.