Francisco Javier y Ester desde Bourges - Francia

Como pueden ver por las entradas del blog, la Parroquia está en plena expansión... el territorio parroquial se ha ensanchado bastante. Varios hermanos nuestros están en misión, repartidos por el mundo. Y otros que partirán en cualquier momento... 

Esperamos que el Señor devuelva a la Parroquia de San Sebastián el cierto por uno. De lo contrario que el último en salir apague la luz... 

Bromas a parte, el que no quiera participar de esta vitalidad y alegría que da la fe, el encuentro con Jesucristo, la vida de la iglesia es porque no quiere, porque está al alcance de todos y es gratis. 

Hace unos días nos escribía César y ayer domingo, día del DOMUND, nos llegó el testimonio de Francisco Javier (29) y Ester (27) que lo dejo a continuación:

Hermanos de la parroquia de San Sebastián; después de 5 años de casados, si Dios quiere, en enero nacerá nuestro cuarto hijo. 

Al poco tiempo de casarnos, habiendo visto cuanto nos quería el Señor, a pesar de nuestra debilidad, ofrecimos nuestra disponibilidad para ir a cualquier ciudad del mundo a anunciar el Amor gratuito de Dios con todos nosotros. 

A finales del año 2015, la Iglesia Católica, a través del Camino Neocatecumenal y en presencia del Papa Francisco, nos envió a la ciudad de Bourges, en el centro de Francia, ya que la Fe está desapareciendo de la vida de las personas y con ello la Felicidad. 

A partir de ese momento, empezamos a prepararnos para la misión, dejando el trabajo, la casa, la familia y todas nuestras comodidades.

Desde enero de 2016, vivimos en esta ciudad como cualquier familia cristiana. Somos parte de una _missio ad gentes_ , formada por seis familias (entre las cuales sumamos 29 hijos).

El ABC de ayer se ha hecho eco de
nuestros misioneros. También en la Web...

 

Nuestra forma de anunciar el Amor de Dios no es otra, que como la que cualquier cristiano puede hacer: mostrando a los demás (vecinos, compañeros de trabajo, maestros y padres de los niños del cole, la gente que nos rodea...) que Jesucristo nos Ama, a pesar de nuestros pecados, nuestros defectos, nuestras debilidades, nuestro sufrimiento, y que Él nos da la alegría que tiene una persona cuando se siente amado sin merecerlo. (Que es lo que hace el Señor con nosotros todos los días).

Lo más difícil de anunciar el Evangelio se da en el momento que nos alejamos de Dios, que dejamos de rezar y que dejamos de experimentar que Dios nos quiere.

Por eso os animamos a ser misioneros, en vuestro día a día, porque para serlo solo hace falta saber QUE DIOS TE QUIERE COMO ERES Y NO PIDE NADA A CAMBIO.

Francisco Javier y Ester