Pero la catequesis ni empieza ni termina con la primera comunión. La catequesis es muy necesaria antes e, igualmente, después para crecer en la fe. La primera comunión no es una fiesta de graduación. Lo esencial no tiene lugar “fuera”, sino “dentro” del niño. Dios viene a ellos y ellos acogen a Jesús, recibiendo el sacramento de la eucaristía, el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
No olvidemos el vínculo entre vida cristiana y celebración de la Eucaristía los domingos; quien deja la Eucaristía, deja la vida cristiana. Abandona la Iglesia, la barca de Pedro, anda como oveja sin pastor, y corre el riesgo de ahogarse en el pecado del mundo.
Gracias a todos los catequistas, porque dedicáis vuestro tiempo y persona a trasmitir vuestra experiencia de fe y amor de Dios a los niños de la parroquia.
Gracias a todos por este encuentro entre nosotros y con Jesucristo Resucitado. Que la alegría de este día nos acompañe siempre, y así la vida sea más feliz.
(P. d. a lo largo de la semana publicaremos algunas imágenes de la celebración del sábado y del domingo con alguna reflexión que nos pueda ayudar)
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