Con una vista extraordinaria, y con cuevas de épocas prehistóricas. Una de las más interesante es la Cueva de la Osa. Un entorno como este favorece y ayuda enormemente para la meditación, la reflexión, el recogimiento, la oración...
La Pascua siempre deja algo en nosotros. El paso del Señor nunca es en vano, hay que tomarse tiempo de silencio y sosiego para leer aquello que Dios nos va dejando escrito en lo más profundo del alma.
Un poco de leche de cabra para el desayuno |
En la capilla del Cortijo |
El burro no tenía ganas de dar un paseo |
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