De misión por Bélgica |
Durante los cuarenta
días de la Cuaresma, como cristianos estamos invitados a seguir las huellas de
Jesús y a hacer frente a la batalla espiritual contra el maligno con la fuerza
de la Palabra de Dios. No con nuestra palabra: no sirve. La Palabra de Dios:
aquella que tiene la fuerza para derrotar a Satanás. Para ello hay que
familiarizarse con la Biblia: leerla a menudo, meditarla, asimilarla. La Biblia
contiene la Palabra de Dios, que siempre es actual y eficaz. Alguien dijo: ¿qué
pasaría si tratamos la Biblia como tratamos a nuestro teléfono móvil? Si la
lleváramos siempre con nosotros, o al menos el pequeño Evangelio de bolsillo,
¿qué sucedería? Si nos volviéramos cuando nos la olvidamos: tú te olvidas el
teléfono móvil… “¡úh! ¡No lo tengo, vuelvo a buscarlo!”. Si la abriéramos
varias veces al día; si leyéramos los mensajes de Dios contenidos en la Biblia
como leemos los mensajes del teléfono… ¿qué sucedería? Claramente la
comparación es paradójica, pero hace reflexionar. De hecho, si tuviéramos la
Palabra de Dios siempre en el corazón, ninguna tentación podría alejarnos de
Dios y ningún obstáculo podría desviarnos del camino del bien; sabríamos vencer
las sugerencias cotidianas del mal que está en nosotros y fuera de nosotros;
seríamos más capaces de vivir una vida resucitada según el Espíritu, acogiendo
y amando a nuestros hermanos, especialmente a los más vulnerables y
necesitados, y también a nuestros enemigos . (Papa Francisco)
Recuerda, Dios siempre estará disponible para ti.
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