Adriá Gómez |
Me ha parecido oportuno recoger parte de la conferencia de nuestro amigo Adriá Gómez Fernández, Facultativo de Medicina Interna y miembro de la Unidad Clínica de Cuidados Paliativos de Córdoba, sobre la sedación paliativa. Ha explicando que la sedación paliativa se usa únicamente para aliviar el sufrimiento de un paciente que esté pasando por una grave enfermedad. “Nunca debe usarse para aliviar la pena de los familiares o la carga laboral de éstos”. Y en este sentido, ha comentado que también es necesaria una autorización previa para poder sedar a un paciente, así como es obligatorio respetar a todo aquel enfermo que acepte el sufrimiento de la enfermedad sin querer usar sedación paliativa. Manifestó que los tres criterios para diferenciar la sedación paliativa de la eutanasia son: el primero de ellos, es la intención; es decir, con la sedación paliativa sólo se intenta dormir al paciente. El segundo, el procedimiento, o sea, usar fármacos para controlar los síntomas. Y en tercer lugar, el resultado, que no es otro que aliviar el sufrimiento. Concluyendo que “la sedación paliativa no acorta la vida del paciente”.
En la Eucaristía dominical del Hospital, como siempre lo hacemos, pediremos por los enfermos y por todo el personal sanitario.
Nuestra Señora de Loudes ora pro nobis.
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