Samuel de misión en Chiang Mai (Tailandia)

Me llamo Samuel Rojas Marín, tengo 23 años pertenezco a la parroquia de San Sebastián, y participo del Camino Neocatecumenal .

Soy el sexto de siete hermanos y ya desde que tenía tres meses, mis padres  fueron como familia en Misión a Moscú. Seis años de Misión, que aunque yo era pequeño, me han marcado mucho, para que hoy yo tenga el mismo deseo de poder darme a los demás, como lo hicieron mis padres.

Después de estos seis años, pasé toda mi adolescencia en Pozoblanco. Estudié Magisterio de Educación Física y al terminar la carrera, me fui a Inglaterra para seguir formándome y perfeccionar mi inglés, pero siempre con el deseo en mi interior de poder irme un tiempo de misión a cualquier sitio.

Después de un tiempo en Bristol, en el que ya tenía grandes posibilidades de trabajar como maestro, se me dio la oportunidad de hacer un tiempode misión, en la Domus Galilea (Israel). Una casa que visitan muchos peregrinos y turistas, en el que se encuentra también un Seminario Redemptoris Mater y con una función primordial: Evangelizar a través del servicio y del amor que se ve a través de los hermanos.

Estábamos 50 chicos, de los cuales 25 eran seminaristas, que íbamos como voluntarios para pasar un año de servicio en todas las necesidades de la casa y también un tiempo de ayuda para discernir sobre la vocación. Siete meses en los cuales  he recibido muchísimas gracias, y en el que he trabajado muchísimo pero me ha servido para entender que cuando tú puedes estar al servicio de los demás y no vivir para ti, es realmente cuando me he sentido feliz, algo que yo no podía entender, por mi incapacidad para darme a los otros.

El 6 de Enero tuvimos un encuentro vocacional en el Primado de Pedro (Galilea), en el que el Señor me concedió la disponibilidad de ir de Misión a cualquier parte del Mundo y poco después en una convivencia en Porto San Giorgio (Italia), me tocó a sorteo Tailandia, concretamente Chiang Mai, y aquí llevo más de una semana, acompañado de un presbítero y cuatro familias de diferentes partes del mundo acompañadas de sus hijos.

Para terminar, tengo que decir que estoy muy contento de poder empezar esta  Misión aquí y abierto a la voluntad que el Señor quiera para mí.

Rezad por mí. 

Samuel Rojas Marín