PARROQUIA SAN SEBASTIÁN DE POZOBLANCO

martes, 26 de agosto de 2014

El vino, el jamón, la cerveza... bienes que Dios nos ha regalado

     Más de una ocasión me han insinuado que no es de recibo que una Hermandad organice una cata de cerveza. 
   Pues... como católicos que somos un par de cervezas no está reñida con la fe. Algunas sectas prohíben beber y fumar a sus seguidores. En cambio la Escritura, la Iglesia católica, nunca ha prohibido el alcohol. La Biblia, y el sentido común, invitan a la moderación, para no pecar, pues el exceso en el alcohol lleva a perder la cabeza. Pero de allí a prohibir tomar algunas cañas o algunas copas de tinto...  no es católico. Suele decir un catequista a los jóvenes de nuestra parroquia: "el que no sabe mear lo que bebe, que no beba". 
   En los evangelios es muy frecuente ver a Jesús participar en comidas o cenas con aquellos que han tenido la gracia de acogerlo en su casa. El mismo Jesús optó por beber vino, aún a riesgo de ser mal juzgado. Y efectivamente algunos de su generación le llaman comilón y borracho. (Mateo 11, 16-19).
  La Biblia subraya el carácter benéfico y peligroso del vino (lo podemos entender de las bebidas alcohólicas en general). El vino, la cerveza son bienes que hace la vida agradable a condición que se use con sobriedad.
- Alegría del corazón y regocijo del alma es el vino bebido a tiempo y con medida. (Si 31,28)
- San Pablo a su discípulo Timoteo: "No bebas ya agua sola.Toma un poco de vino a causa de tu estómago y de tus frecuentes indisposiciones". (1Tm 5,23)
- Jesús convierte el agua en vino en una boda : "Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y no tenían vino porque se había acabado el vino de la boda. Le dice a Jesús su madre: "No tienen vino". (Jn 2,2-3)
  Nuestra fe produce alegría, es una fiesta y esto se manifiesta en saber disfrutar de los bienes que Dios nos ha dado. Es un clásico que podemos vivir cada Domingo, al ir a tomar la aparcería  después de asistir a Misa. Creo que ser católico ayuda a saber apreciar más el jamón, el vino, la cerveza y todo lo bueno que hay en este mundo.
   Acabo con una frase que leí estos días y me gustó mucho: "Ser cristiano es haber recibido como regalo un jamón ibérico que nunca se acaba". (El sentido figurado se da por sentado... )

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