PARROQUIA SAN SEBASTIÁN DE POZOBLANCO

miércoles, 13 de febrero de 2019

La boda es un día, el matrimonio es para toda la vida.

Algunos de los novios que se casarán próximamente
en la parroquia.
Cada año, en torno a la fecha de San Valentín, terminamos las catequesis de preparación al Matrimonio. Sirve para recordar que además de preparar la boda (el banquete, la lista de invitados, las fotos, etc.), es mucho más importante preparar el Matrimonio.  Hay que tener en cuenta algunos elementos esenciales antes del 'Sí, quiero'. La boda es un día, el matrimonio es para toda la vida.

Lo decisivo es poner los cimientos para formar una nueva familia. Muchas veces las parejas llegan al matrimonio sin saber la importancia del paso que están dando o no entienden el sacramento, o lo que exige de ellos para el resto de la vida.

Es fundamental ser bien consciente y estar de acuerdo con todo lo que se promete en el día de la celebración del matrimonio.

En broma y en serio, cuando la catequesis pre-matrimonial se hace bien, las parejas entrarán un poco en crisis, en dudas, al comprender que casarse es entrar en una perspectiva de amor y sacrificio. 

Ya casados las parejas necesitan un lugar en la iglesia donde puedan recordar lo que aprendieron sobre el amor y la grandeza de esta vocación. El matrimonio es un proceso de cura del egoísmo y de ejercicio constante en el perdón. Es el encuentro entre dos realidades diferentes que se complementan. Y tienen que estar dispuestos, capacitados, para defender su unión, porque el diablo odia a la familia y a los matrimonios.

Los novios recibirán la gracia que necesitan para amar al otro como Jesucristo ama a la Iglesia. Pero es necesario estar unidos a Cristo en su Iglesia.

¡Vivan los novios!
¡Viva!

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