...Jesucristo no fue "profeta en su tierra". A sus paisanos les pareció demasiado normal… Todos lo conocían, a Él, a sus padres, familiares, amigos, su trabajo… Es el hecho desconcertante de un Dios hecho carne, que trabaja y actúa con manos de hombre, ama con corazón humano; un Dios que se fatiga, que come, que llora, que tiene sed y que duerme como uno de nosotros. ¿Qué se puede esperar de este carpintero? ¿Cómo Dios se va a rebajar tanto como para colocarse a nuestro nivel? ¿Cómo un carpintero de Nazaret va a ser la clave de la vida de cada uno, y la clave de la historia entera?
Hay una ceguera para ver la realidad fruto de los prejuicios, que va empañando los ojos y trastorna nuestra visión clara de las cosas. Así perdemos la oportunidad de hacer amigos, hermanos o que un gran milagro suceda en nuestra vida. Y todo por nuestros juicios o prejuicios, por creernos superiores a los demás…
El Evangelio de este domingo nos anima a una actitud de escucha humilde y dócil atención, porque con frecuencia la gracia de Dios se presenta ante nosotros de formas sencillas, que no se corresponden a nuestras expectativas de efectos especiales a lo Hollywood…
Esta experiencia de voluntariado, animada por la fe en Cristo, abre un camino de posibilidades, quien tiene la oportunidad de participar comienza a eliminar barreras, prejuicios… y puede experimentar un verdadero encuentro con Jesucristo.
¡Ánimo! Y como diría la santa: "Adelante, siempre adelante"
No hay comentarios:
Publicar un comentario