PARROQUIA SAN SEBASTIÁN DE POZOBLANCO

miércoles, 25 de julio de 2018

Con David González: Ingeniería biomédica, la fe en Jesucristo, permanecer en la Iglesia...

David González Márquez 
A David muchos lo conocéis muy bien. Desde hace unos meses es Doctor en Tecnologías de la Información, y actualmente trabaja como profesor en la Universidad San Pablo CEU de Madrid. Pero sobre todo es nuestro paisano y hermano en la fe.
Aprovechamos esta fiesta de Santiago Apóstol para publicar la entrevista, ya que David habrá tenido sus buenas charlas con el Apóstol el tiempo que estuvo viviendo en Santiago de Compostela.

1. David, hace tres meses nos alegrábamos por tu Tesis doctoral, cuéntanos un poco tu trayectoria ¿siempre fuiste buen estudiante, tuviste algún atranque en el instituto con alguna materia, tenías claro la carrera que querías hacer…?

Pese a lo que pueda parecer nunca fui un buen estudiante en el sentido estricto de la palabra. Nunca desarrollé un hábito de estudio saludable antes de la universidad, por lo que en el primer curso de universidad recuerdo tener que ponerme las pilas para poder llegar al nivel que se pedía. Durante mi etapa previa recuerdo muy sentidamente mis problemas con los idiomas y especialmente con el francés que suspendí un par de veces y con el cual nunca me reconcilié. A lo largo de la carrera tuve mi más y mis menos con varias asignaturas que costó bastante sacarlas. Ahora como profesor veo como no era un buen alumno para nada e intento evitar que cometan los mismos errores, pero no siempre se consigue. 
En cuanto a mi trayectoria digamos que comienza en segundo de bachillerato, cuando toca elegir carrera y yo dudaba entre hacer una ingeniería o psicología, ambas cosas me atraían, pero ingeniería parecía que se me daba bien y tenía más salidas laborales. “Casualmente” dos de mis amigos, Paco y Juan Antonio, dos habituales de este blog, estaban estudiando en una universidad en Madrid. Por una serie de “casualidades” mi madre y yo decidimos que sería un buen lugar para estudiar, una vez en la universidad conocí de forma “casual” una nueva carrera que comenzaban a impartir justo ese año, una doble ingeniería y decidimos que sería esa mi carrera. En esta misma universidad este mismo año “casualmente” comenzaba a dar clase un profesor joven, que sería el que luego me orientaría y me dirigiría en mi camino al doctorado. Justamente el mismo profesor con el que hoy mismo trabajo. No quiero extenderme mucho más, pero como veis en mi trayectoria hay muchas “casualidades”, que para mí no lo son, siempre he creído que Dios iba delante de mí y todas estas casualidades era él actuando en mi historia. Quizás esto pueda sonar raro a mucha gente, pero yo siempre he creído que él estaba ahí en todos estos hechos “casuales”.

2. Tu Tesis se titula: “Estrategias estáticas y dinámicas para el agrupamiento de latidos mediante acumulación de evidencia”. ¿Cómo llegas a este trabajo, te lo han propuesto o lo pensaste tú? Primero explícanos brevemente en que consiste.

Supongo que todos somos capaces de imaginarnos un monitor de hospital, de alguna serie o película de la televisión, estos que muestran líneas e información del paciente y en el momento crítico empiezan a pitar y la línea se vuelve casi horizontal. Estos monitores entre otras cosas miden la actividad eléctrica que genera nuestro corazón, los latidos en lo que se conoce como electrocardiograma o ECG. Medir y analizar esta información nos ayuda a entender mejor que le puede estar pasando al paciente y que tipo de problema cardiaco puede tener. A veces, para ver lo que ocurre es necesario grabar los latidos durante muchas horas, o incluso días enteros, intentando entender que le ocurre al paciente.
Con el fin de ayudar al cardiólogo en esta tarea se han desarrollado diversas herramientas mediante el uso de las nuevas tecnologías. Mi tesis va en esa línea. Intentamos hacer una especie de resumen de los latidos que se han grabado del paciente. Para ello se utilizan unas técnicas que se llaman de agrupamiento, permiten hacer grupos de cosas que se parecen entre sí. En este caso la idea es que si tenemos 100000 latidos (un día más o menos) podemos agruparlos en digamos 25 grupos de latidos que se parecen entre sí. De esta forma el médico no tendrá que revisar todos los latidos sino tan solo algunos de cada uno de los 25 grupos para ver si hay algo raro o que merezca más análisis. Mas o menos esta es la idea general de la investigación, hay mucha gente investigando sobre este tema y nosotros pues trabajamos en una perspectiva concreta utilizando una aproximación llamada acumulación de evidencia. 
La idea no fue mía, fue una propuesta de mis directores de tesis, aunque tengo que decir que estoy muy contento. La ingeniería biomédica es una rama muy interesante, con mucho futuro y que además te permite aplicar lo que aprendes para ayudar a las personas. 


3. Tiene un futuro práctico prometedor en el campo de la Salud. ¿Crees que se te abrirán nuevas posibilidades sobre este trabajo? ¿Llegaremos en breve a beneficiarnos de esto?

Tengo que decir que en investigación es rara la vez que hay un resultado que se pueda transferir directamente a la práctica, a la rutina clínica en este caso. Hay mucha gente investigando sobre el mismo tema utilizando distintas perspectivas, muchas de ellas no llegaran a utilizarse, pero es necesario explorarlas para comprobar cuál es la mejor. Además, serían necesario realizar ensayos clínicos y validaciones para integrar una solución de este tipo en un hospital. En definitiva, siendo realista no creo que esto se exactamente lo que aparezca en un hospital, pero estoy seguro de que alguna solución llegará y me gusta pensar que será gracias a toda la investigación que se ha hecho antes y que tendrá una parte, aunque sea muy pequeña, de esta tesis.

4. ¿En qué consiste tu trabajo actualmente?

Actualmente, tras terminar mi etapa de doctorado, soy profesor en la misma universidad madrileña en la que estudié la carrera. Por tanto, la mayor parte del día me dedico a labores docentes, preparar clases, corregir exámenes, tutorías con alumnos, etc. También intento seguir investigando, pero muchas veces las labores docentes te comen el tiempo. 

5. En medio del trabajo de la universidad y el ajetreo de vivir en una ciudad grande como Madrid ¿tienes tiempo para la oración, para ir a la Eucaristía… para vivir la fe? 

Bueno, ciertamente no es lo mismo Madrid que Pozoblanco, ni son las mismas distancias ni el mismo ajetreo. Sin embargo, yo creo que es todo cuestión de prioridades, saber que es para ti lo primero. En mi caso busco mis momentos de oración, para ir a la Eucaristía y a las celebraciones de la comunidad Neocatecumenal en la que vivo la fe. A mi me ayuda el crear una rutina para estas cosas, tener claro que esos espacios de mi horario ya están ocupados y planificar teniéndolo en cuenta. No siempre lo consigo, pero en general me suele dar buen resultado. Muchas veces creo que no es que no tengamos tiempo, sino que el que tenemos no sabemos utilizarlo.

6. ¿Quién es Jesucristo para David? 

Difícil pregunta, te diría que Jesucristo para David es el que siempre está, con el que siempre se puede contar, el que nunca falla. Por mi trayectoria quizás veo que no hay nada que permanezca, cambias de casa, de amigos, de trabajo, cambias tú y cambia tu relación con los demás. Sin embargo, su amor, su ayuda hacia mí no cambia, siempre permanece, pase lo que pase.


7. Algunos dicen: Jesucristo sí pero Iglesia no ¿tú que dices a eso? 

Difícilmente veo como llegar a Jesucristo sino es a través de la Iglesia. Quizás me equivoco, pero para mí la Iglesia somos todos los que creemos en él. La Iglesia es un medio, una obra para llegar a él, una obra santa pero formada por humanos y por tanto limitada y reflejo de lo que somos. Entiendo que a mucha gente le cueste asumir que la Iglesia, aunque santa es imperfecta, pero sería como no aceptar que nosotros también nos equivocamos y que no somos perfectos.

8. A ti te han trasmitido la fe y siempre has estado en la Iglesia ¿Cuál es el secreto?, porque normalmente cuando uno es joven y con tantos cambios cuesta perseverar.

Secreto no creo que haya ninguno, a muchos nos han transmitido la fe, desde pequeños y cada uno luego toma su camino. Creo que es normal pasar por épocas que no entiendes nada, que parece que todo es mentira o que es una tontería, todos las tenemos y las tendremos durante toda la vida. La diferencia en mi caso creo que fue que desde el principio vi que había algo dentro de la Iglesia que no lo veía fuera, las personas eran distintas y los problemas se vivían de forma diferente. No entendía lo que era y como se llegaba a él, pero sabía que había algo, algo que merecía la pena, algo que yo quería para mí. 
Supongo que fue eso lo que me mantuvo ahí, aunque estuviera muchas veces en segundo plano o refunfuñando y sin entender nada. Posteriormente, poco a poco comencé a entender cosas, a ver más claramente, a veces más, a veces menos. Hay que guardar esos momentos de claridad, apuntarlos o grabarlos en la memoria, para que luego en momentos en los que se ve menos (que los habrá) puedas recordarlos. Recuerdo por ejemplo mis primeros días en Madrid al comenzar la carrera, en una ciudad nueva, con gente nueva y con muchos cambios. Fue una época difícil en la que me veía muy solo y desbordado, pero de alguna forma sabía que Jesucristo y la Iglesia estaban ahí para apoyarme, que no estaba abandonado. Perseverar en la fe no es fácil y menos en nuestra sociedad, pero con la ayuda de Dios no hay cosas imposibles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario