En la Sagrada familia. De peregrinación con la familia concepcionista. |
—Pues yo te digo que donde mejor se duerme la siesta es en mi casa de campo.
—Ni hablar, tú no conoces mi despacho.
O aquel otro que entra en la farmacia:
—Por favor, ¿me puede dar algo para la pereza?
—Tome estas pastillas masticables.
—¡Uf! ¿Y no las tiene bebibles?
Y para terminar con las bromas, Groucho Marx:
—Éramos tres y trabajábamos como un solo hombre. Es decir, dos de nosotros estábamos siempre holgazaneando.
La antítesis de la laboriosidad es uno de los pecados capitales: la pereza, la acedia, la inercia. Esta flojera impide progresar en la virtud. La acedia, la pereza te abandona al remanso tranquilo y sombreado de la indiferencia, de la mediocridad, de la monotonía… hasta el tedio.
Hay que combatir la desidia haciendo todo lo que tenemos que hacer con buen ánimo, no estar apegados a la poltrona…
"Haz lo haces, hazlo bien y hazlo por Dios" (Madre Carmen Sallés)
En Monserrat |
No hay comentarios:
Publicar un comentario