La Luz de la fe

II Domingo de Adviento, reviviendo con los niños
una parte del bautismo: Recibid la Luz de Cristo

Cuando falta la luz todo se vuelve confuso, es imposible distinguir el bien del mal. La característica propia de la luz de la fe es la capacidad de iluminar toda nuestra existencia, nos transforma desde dentro. Es la luz nueva que nace del encuentro con Dios, una luz que toca el corazón, ilumina la mente, la voluntad, la afectividad...

Dice el Papa Francisco: la luz de Cristo es una luz humilde, no es una luz que se impone; cuando hay orgullo y soberbia, estamos bajo "la luz del diablo disfrazado de Jesús". Porque jamás encontrareís a Jesús sin humildad, sin mansedumbre, sin amor y sin cruz. "Jesús no necesita un ejército para expulsar los demonios, no necesita la soberbia, no necesita la fuerza del orgullo".