La alegría es el gigantesco secreto del cristiano

El anuncio del Evangelio siempre va acompañado de alegría,  es el signo de la presencia del Señor y de su acción en nosotros.

El ángel Gabriel anuncia a  María: ¡Alégrate! Llena de gracia.
Los ángeles anuncian a los pastores: “una buena noticia que será de gran alegría para todo el pueblo”.
Los magos “al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría”
Zaqueo recibió en su casa al Señor “con alegría”.
Jesús al celebrar la Última Cena se dirige a sus discípulos: “para que mi alegría esté en vosotros y vuestra alegría llegue a su plenitud”.
Jesús Resucitado sale al encuentro de las mujeres y les anuncia “Alegraos”.

Y esta alegría no la podemos callar, ni la podemos ocultar. 

«Somos colaboradores de Dios» (1 Co 3, 9), anunciando el Evangelio y viviendo sin complejos la vida cristiana. La principal y primera colaboradora en la obra de Dios es la Santa Virgen María. Con la ayuda de la gracia y unida a Cristo, María se ha puesto totalmente al servicio de tu salvación.

Hoy, en esta fiesta de la Inmaculada, Dios te invita a ti a colaborar en la nueva evangelización, que la alegría del Evangelio pueda llegar a todos.