NOTA DE KIKO ARGÜELLO A LOS «DIARIOS»
Queridos hermanos: ha sido para mí conmovedor, y a la vez una
gran sorpresa, leer estos Diarios de Carmen. Dicen los Padres del Desierto:
«Ama a Cristo y te seguirán a miles...». El amor a Cristo que se desprende de
estos Diarios es impresionante. Parece que el Señor Jesús le cerró todas las
puertas a través de un sufrimiento intenso, para que se uniera a Él, a Él solo;
de ahí la libertad extrema de Carmen: nada le interesaba del mundo, sólo el
amor a Cristo. Es verdaderamente heroico que Carmen haya estado conmigo cincuenta
años, siempre sufriendo en silencio, sin mostrarlo a nadie, sola con Él. Un día
dice: «Señor, en vísperas de persecución, no deseando ya nada de esta vida.
Pobre y sin nada, me viene el deseo íntimo de tu presencia única. La santidad,
Señor, deseos escondidos de santidad, de sacrificio, de llenar el día de tu
presencia. Oración. Señor, ven Tú a llenar de sentido el bien, las cosas.
Fortalece la fe a Kiko» (n.º 77).
Ahora comprendo mejor tantos frutos del Camino. Dios nos ha
dado una hermana con un grado de santidad único y no podía ser de otra manera,
dada la importancia de la misión que Dios nos ha confiado. Leyendo su amor a
Cristo, me siento pequeño y pobre y no sé cómo agradecerle a Dios la gracia
inmensa de haber tenido como compañera en la misión a Carmen. Cincuenta años
sin parar un instante, de viajes, de escrutinios, de visitas a tantas comunidades
en Madrid, Zamora, Barcelona, París, Roma, Florencia, Ivrea... Escuchando y
escuchando a cada hermano sobre su vida, sus sufrimientos y su historia,
iluminándola a la luz de la fe, de la cruz gloriosa de Nuestro Señor Jesús.
Pienso que tenéis derecho a conocer el corazón de Carmen, su inmenso amor a
Jesucristo. Decía constantemente: «Jesús mío, te amo, te amo. Ven, ven,
ayúdame». Carmen escribió sus Diarios durante treinta años, que poco a poco
iremos transcribiendo para el bien espiritual de los hermanos del Camino y de
la Iglesia. Hemos publicado los tres primeros años (de 1979 a 1981), donde se
ve el enorme trabajo de evangelización que hemos hecho. Conservad estos
escritos con veneración. Ninguno de nosotros se merece una hermana como ella.
Rezad por mí y por Carmen.
Presentación del libro en Madrid el 30 de junio de 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario