Hay que ver como la Virgen cuida a est@s hij@s. Ayer una de ellas cumplió 92 años y está estupendamente. |
Palabra del Señor
Breve comentario
Los que tenemos experiencia de Jesucristo hemos encontrado un tesoro, una "perla" preciosa. El sentido de esta advertencia de Cristo - "No deis lo santo a los perros, ni les echéis vuestras perlas a los cerdos; las pisotearán y luego se volverán para destrozaros" - no puede ser que nos escondamos o que sólo queramos hablar con la gente ya convertida. El Evangelio es todo menos un manual para sectas.
Más bien tiene que ver con una cierta prudencia, un comprender que lo que nos ha sido revelado lo ha sido para salvación nuestra y lleva siempre el sello de la sabiduría divina. Dios da en dosis apropiadas su gracia. Como testigos de esta providencia suya y de este don suyo, también a nosotros nos corresponde darlo con sabiduría y amor, entendiendo bien en qué parte del proceso se encuentra quien nos escucha, de modo que lo que reciba lo reciba para su bien. Esto los primeros cristianos lo conocían como la "disciplina del arcano”. "Porque la fe no es de todos" (2Ts 3,2)
“Reconoce, oh cristiano, tu dignidad!” decía San León Magno. Tengamos en gran estima nuestra perla preciosa: la fe, el don del Espíritu que el Señor nos ha regalado. No olvidemos nuestra dignidad de hijos de Dios.
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