El domingo pasado, bautismo de Míriam y Lucía (en el centro). Frutos de la Pascua |
Jesús murió, y murió por nuestros pecados. Pero si Cristo ha resucitado, la muerte y el pecado pierden todo su poder. La resurrección se presenta, por tanto, como la gran victoria de Dios contra todas las desesperanzas, fracasos, desilusiones, tristezas...
Somos hijos y herederos felices de ser protagonistas de esta historia de amor de Cristo por mí por ti.
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