La mejor garantía para
que un crío o una muchacha aprendan a amar a Dios, es que tengan unos padres
que les guíen de la mano en la aventura maravillosa del conocimiento de Cristo.
Desgraciadamente vivimos en un tiempo en que no abundan los padres así, aunque
todavía tenemos una generación de abuelos que suplen, siquiera en parte, el
papel que deberían desempeñar los progenitores. Y donde no llega la familia, debe de intentar llegar la Iglesia por
medio de sus sacerdotes y catequistas.
La educación religiosa
de los hijos es fundamental para que en el futuro sean hombres y mujeres de fe.
La Escritura es muy clara al respecto. Dice el libro de Proverbios que “instruye al niño en su camino, que aun de viejo no se
apartará de él” (Prov 22,6). Y leemos en el libro de
Deuteronomio el mandato que Dios da los padres para que instruyan a sus hijos
en la ley divina:
“Poned estas
palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, atadlas a vuestra mano como una
señal, y sean como una insignia entre vuestros ojos. Enseñádselas a vuestros
hijos, hablando de ellas tanto si estás en casa como si vas de viaje, así
acostado como levantado. Las escribirás en las jambas de tu casa y en tus
puertas, para que vuestros días y los días de vuestros hijos en la tierra que
Dios juró dar a vuestros padres sean tan numerosos como los días del cielo
sobre la tierra“. (Deut 11,18-21)
Dado que un buen
cristiano es SIEMPRE un buen ciudadano, la sociedad debería de agradecer la
labor que la Iglesia realiza para formar a los niños en los valores que son
garantía de un futuro mejor.
Catequesis Parroquia
de San Sebastián Curso 2016-2017
Inscripciones 29 y 30 de 18.15 a 19.15
Días de Catequesis Martes de 17.00 a 18.00 y de 18.15 19.15. Jueves de 17.00 a 18 y de 18.15 a 19.15
Grupos desde 1º de Primaria
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