San Blas

En el Altar Mayor de la Parroquia (a tu derecha) se encuentra una imagen de San Blas; por qué y quien lo recomendó  ponerlo… se me escapa, y habría que investigar. Pero además he llegado a contar hasta siete personas que llevan el nombre de Blas en la parroquia. Motivo por el cual os dejo una pequeña reseña de la vida de este mártir del siglo IV.

San Blas fue obispo de Sebaste (Armenia, en la actual Turquía) en los comienzos del siglo IV. A pesar de ser un santo tan venerado, no hay testimonios documentales sobre su vida, pero hay una fuerte densidad de la tradición relacionada con él. Su culto, en efecto, es popularísimo, y está ligado sobre todo a la tradicional bendición de la garganta.

La tradición dice que mientras le conducían al martirio, salió una mujer entre la muchedumbre para poner a su hijo, que se estaba ahogando a causa de una espina de pescado que se le había clavado en la  garganta del niño, de inmediato, quedó curado.
Por otra parte, han florecido otras amenas leyendas en torno a la figura del santo. Este, en efecto, tras haber encontrado refugio en una cueva antes de haber sido hecho prisionero y conducido al martirio, habría curado también la garganta de un león y de otros animales salvajes, expresando así esa comunión universal que brilla en el corazón de todo verdadero seguidor de Jesús.

San Blas estaría incluido entre los mártires caídos bajo la persecución de Licinio. La fecha de su decapitación en torno al año 316. Estamos al final de la era de los mártires, de los primeros siglos del cristianismo.

Reliquias del santo, las más importantes están en Maratea (Italia) desde el siglo VIII; otras en Croacia, y en Roma, donde con la tráquea se bendice a los devotos el día de su fiesta. Otras están en la abadía de San Blas de Seldenbüren desde el siglo X. Otras reliquias hay en Rumbeke, Holanda, donde los cardadores celebraban peregrinaciones y mercado el 3 de febrero. Una urna en Agliate de Carate contiene trozos de huesos.

La festividad de San Blas era y es aún celebrada con solemnidades y devociones propias de cada sitio. En el siglo XIII, por ejemplo, en Oxford se marca como día festivo y se prohíbe el trabajo y se inicia la costumbre de encender hogueras en las colinas a partir de un cirio bendecido en su fiesta (la proximidad con el día de la Candelaria es vital, a la hora de relacionarlo con el fuego y las velas). En Bradford (Inglaterra), cada cinco años se celebra, aún hoy, un festival y feria, el día de San Blas. En algunos lugares de la Europa eslava se bendicen las semillas que se sembrarán ese año. En España y América se usa el “cordón de San Blas”, que se bendice y se pone al cuello; y la bendición de las gargantas con las velas cruzadas. "Por la intercesión de San Blas que Dios te guarde de todas las enfermedades de garganta y todos los males. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén". 

Dependiendo de las épocas, los sitios, las lenguas, la iconografía, las tradiciones, la devoción popular, ect… San Blas como otros santos, su patronato es extenso aunque la mayoría piense que se suscribe solo a la garganta.  Una pequeña muestra de para cuantas cosas y profesiones, invocar al santo:
1. Ahogamientos y atragantamientos, sobre todo de niños. Cuando un niño se atraganta, se suele decir  "San Blas bendito, que se ahoga este angelito".
2. Todos los males de garganta y respiratorios, además, por las anginas de pecho, amigdalitis, dolor de muelas, tos ferina.
3. Dolores de cabeza (fue decapitado, y para este mal, se invoca generalmente a santos que hayan padecido este martirio).
5. Dolores de estómago, hinchazones, fiebres, picaduras de serpientes, las enfermedades del ganado, hidropesía.
6. Males de la vejiga, por asociación: la palabra "vejiga" se pronuncia "blase" en alemán. 
7. Médicos (hay tradiciones dicen que lo era, tal vez porque curaba animales)
9. Cardadores y comerciantes de lana, tejedores, sastres (por los peines de cardar identificados como instrumentos de martirio). 
10. Sombrereros, zapateros, curtidores, carniceros también lo tienen por patrón.

En las imágenes san Blas, siempre aparecerá como obispo, y sus atributos, además de los episcopales (mitra, báculo, capa, libro), son la palma, las velas cruzadas (o una sola). También le son típicos el león (en algunas pinturas se recrean varios animales salvajes y pájaros), y menos frecuentes son la espada y el cuerno de caza (esto último en zonas alemanas). En pinturas y frescos, el milagro de la espina atravesada es uno de los más representados, por el extendido patronato sobre las gargantas. En Dubrovnik, ciudad que le es muy devota y de donde es patrón, sus imágenes suelen llevar la maqueta de la ciudad, pues dice la leyenda que Blas se apareció a un sacerdote para advertir de la pronta invasión de los venecianos sobre la ciudad.

Un buen nombre y mejor patrón. Felicidades a todos los Blas.

Fuentes: 

-"Vidas de los Santos". Alban Butler.
-"Año cristiano o Ejercicios devotos para todos los dias del año: Febrero. P JEAN CROISSET. S.I.