Todos buscamos amar y ser amados; pero para ello necesitamos un maestro. Necesitamos volver a Jesucristo para aprender a amar y para tener la fuerza para amar.
"Sí, quiero"
“Para siempre” o “hasta la muerte” son expresiones que suelen usarse en el marco del amor. Es más fácil decirlas que cumplirlas, y por eso más de uno puede haberlas dicho a más de una persona en distintos momentos de su vida. El amor es algo que se construye de a dos. Y se trata de algo que, por su propia naturaleza, está siempre en construcción: es una tarea de todos los días. «El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no es jactancioso, no se engríe; es decoroso; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta» (1 Co 13, 4-7)
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