PARROQUIA SAN SEBASTIÁN DE POZOBLANCO

jueves, 21 de febrero de 2019

No hemos conocido a nadie que, fiándose del Señor, haya quedado defraudado.

       
Nos pasamos la vida planeando multitud de cosas, sin dejar que el Señor actúe en ella. Muchas veces aquello que deseabas te lo da de una manera completamente diferente y en un tiempo al que tú no te esperas.
Los planes que Dios tiene para nosotros, con frecuencia, son diferentes a los nuestros, esto puede no gustarnos, pero no se nos puede olvidar que estos siempre son mejores.
No hemos conocido a nadie que, fiándose del Señor, haya quedado defraudado. Esa es nuestra experiencia. Los dos queríamos formar una familia cristiana; pero no encontrábamos a la persona adecuada. A veces pensábamos que no encontraríamos a nadie (que impacientes jejeje).
Por un error informático Yo (David) acabo haciendo el máster de educación en Ciudad Real, cuando en un principio mi intención era hacerlo en Córdoba capital, e Inmaculada, debido a un accidente de tráfico, acabó ingresada en el hospital de dicha ciudad, con lo que sus deseos de trabajar en Madrid se fueron al traste.
Pero gracias a esto, nos conocimos. Dios se vale de muchas cosas para conducirnos a aquello que más deseamos, de algo malo saca siempre algo bueno.
Yo me enfadé con el Señor, porque las cosas me estaban saliendo mal. Yo tenía mis planes: primero acabaría el máster en un año, luego me pondría a buscar trabajo en los colegios concertados y una vez que lo lograse, me pondría a estudiar las oposiciones; pero un error burocrático me lo derrumbo todo ¿o fue Dios?
Inmaculada tenía ya la vida casi resuelta, volvía a Madrid en un trabajo que le gustaba y en una ciudad que le encantaba, pero un día saliendo del trabajo, un coche se la llevó por delante.
Pero como decíamos, el Señor se vale de algo malo para hacer algo bueno.
Inmaculada paso algunos días en el hospital ingresada, mientras tanto yo estaba en Ciudad Real raro, aunque bien es cierto que contaba con un grupo de amigos el ambiente es diferente.
Una tarde, estaba haciendo un trabajo para el máster, mi hermano se acercó y me preguntó si querría ir a ver a Inmaculada en el hospital con unos pocos amigos, después, claro está, tomaríamos un café… y distraerme me venía bien.
Pues fue en ese momento cuando Inmaculada se fijó en mí. Y desde entonces, y con la ayuda del Señor hemos seguido juntos hasta ahora.
Decimos esto último porque si no fuese por el Señor esta relación se hubiese ido al traste, ya que el ser humano siempre se mira a sí mismo, nunca ve al resto, pero Dios nos ayuda a mirar a los que nos rodean, a preocuparnos por el otro. Y D.m. nos casaremos pronto.

David e Inmaculada 

No hay comentarios:

Publicar un comentario